Llega la hora de Trump
Pero, ¿y ahora? ¿Acertará en la política de sus ciudades? ¿Escuchará a los monjes sobre la inversión en monasterios? ¿Cuidará o desatenderá las granjas? ¿Colaborará con los jugadores europeos o preferirá crear una alianza con el ruso? ¿Bloqueará sin piedad a los mepples mexicanos?
Son muchas preguntas que no tardarán en tener respuesta. Por nuestra parte, solo nos queda desearle suerte, por el bien de todos.